12 de Noviembre natalicio de Sor Juana

Evocación a Sor Juana en su cumpleaños

Sor Juana y Quevedo...todo se puede decir

Las palabras eran perlas con las que podría hacer collares, ladrillos con los que construiría castillos, lodo con el que fabricaría personas...

Sor Juana precursora de la nueva mujer I

La palabra de sor Juana se edifica frente a una prohibición…Su decir nos lleva a lo que no se puede decir...

Sor Juana precursora de la nueva mujer II

Curiosa irredenta, estudiosa del mundo que le tocó vivir, poeta, mujer misterio, fiel a su vocación

Mujeres inconvenientes, sin centavear

Su producción literaria se caracteriza por su sinceridad y fuerza, que alcanzan tonos desconocidos de sus contemporáneos

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3 de diciembre de 2014

REVISTA REPLICANTE: LOS INDECIBLES PECADOS DE SOR JUANA


LOS INDECIBLES PECADOS DE SOR JUANA

Entrevista a Kyra Galván

La ficción habita estas páginas para ofrecernos al menos una entre mil posibilidades en las que se muestra la realidad, dice el autor de esta entrevista a Kyra Galván, poeta y escritora, que en su primera novela escribe sobre una sor Juana desconocida, insólita y siempre sorprendente.


—¿Por qué sor Juana Inés de la Cruz? ¿Qué incentivo agarró por los pelos a la decisión para que comenzaras con esta travesía histórica?
—Primero porque sor Juana está vigente, y segundo porque había estado metida en mi piel desde hace muchos años; porque era poeta y porque era feminista.
—En el prólogo haces clara [para las cuestiones] la circunstancia conveniente que anticipa a los acontecimientos que están por ocurrir. ¿Cuál es el proceso en la escritura una vez que consigues el esquema de la historia?
—Es un proceso que va surgiendo y que no lo puedes prever hasta cierto punto. Ya tienes tu idea central, pero como decía Norman Mailer que cuando empezaba una obra nunca sabía cómo iba a terminar, y creo que algo hay de eso. Es increíble porque hay momentos en que te tienes que parar a pensar, y a veces te van surgiendo cosas que no habías planeado, pero que cuando curiosamente empiezan a embonar como si fuera un rompecabezas, sabes que vas por buen camino.
—Dijiste en una entrevista que retomaste el tema a partir de una composición dramática.
Yo no te diría un descubrimiento. Para mí fue un viaje en todos sentidos. Desde el punto de vista de la investigación y luego la aventura en sí de escribirlo, de cómo van cobrando vida los personajes, de reflexión y hasta de espiritualidad.
—Así es. Yo ya tenía escrita una obra sobre sor Juana, era básicamente sobre el punto dos años antes de su muerte, cuando ella se empieza a cuestionar y cuando la Iglesia la empieza a presionar, pero cuando la releí me di cuenta de que no era cuestión de arreglarla sino que yo tenía ganas de escribir algo mucho más profundo y mucho más extenso y que sólo a través del medio de la novela podría lograrlo.
—¿Tuviste algún inconveniente al hacer esta transición tan drástica de una obra dramática a una novela?
—Lo único que te puedo decir es que no fue fácil porque la parte técnica fue quizás la parte más difícil para superar, la parte estructural, que es mucho más complicado que un cuento. Tienes muchos más hilos que ir retomando y abriendo y tejiendo.
—¿En qué momento necesitaste de la ficción para escribir Los indecibles pecados de Sor Juana?
—Creo que en todo momento, porque independientemente de que esté basada en cosas que sí sabemos, en testimonios o en referencias, para que la historia echara a volar tenía que haber ficción.
Convención: Como no existe partición en los manuscritos, Laura los clasifica [escritos en castellano del siglo XVII] con números ordinarios consecutivos que irá transcribiéndolos al castellano moderno. Así nosotros digerimos la trama fácilmente.
—¿Tuviste que recurrir a fuentes bibliográficas difíciles de encontrar?
—No. Realmente creo que lo que existe y lo que sabemos que existe casi todo lo puedes conseguir a través de bibliotecas virtuales.
—¿Cuánto tiempo investigaste acerca de Sor Juana?
—En realidad ya tenía años de leer sobre ella.
—Hablas mucho en el transcurso de tu novela sobre el descubrimiento de estos manuscritos y los pones a veces entre líneas ¿Concibes a tu novela como un descubrimiento?
—Yo no te diría un descubrimiento. Para mí fue un viaje en todos sentidos. Desde el punto de vista de la investigación y luego la aventura en sí de escribirlo, de cómo van cobrando vida los personajes, de reflexión y hasta de espiritualidad.
—¿Una purificación?
—Más que purificación un descubrimiento, como tú me dijiste.
—Es evidente que Laura es tu alter ego, aunque por instantes te permites entrar a la novela para hacer aclaraciones. ¿Por qué verte en medio de una persecución en la que pones en riego tu existencia?
—A lo mejor una cuarta parte… Porque de otra forma todo habría sido demasiado plácido, pero la idea era lo contrario, que se encontrara con obstáculos.
—¿Es acaso Laura una heroína que defiende un hecho trascendental al que probablemente en México a nadie le importe? ¿Estamos hablando de su existencia misma?
—Yo no la catalogaría como una heroína pero sí como un ejemplo de mujer del siglo XX o XXI.
—Laura desea mandar un informe a México acerca de sus hallazgos, pero en México el proceso de las circunstancias es algo espontáneo. ¿Cómo ha sido el trato por parte de los medios de comunicación hacia tu novela?
—Me ha sorprendido que haya sido tan abierto porque yo al principio pensé que me iban a “levantar la ceja”, pero todo lo contrario; a la gente le gustó encontrar una nueva perspectiva de esta historia.
—Trasladando la ficción a la realidad, haces en una parte de la novela una crítica con respecto a la poca atención que se muestra a los descubrimientos por parte de los medios de comunicación. ¿Qué implica eso a tu proceso de creación?
—Pues me da la impresión —y me sigue quedando esa impresión— de que en realidad aquí no existe una crítica como tal; todo es demasiado banal; todo por encimita y lo que importa es saber a quién le van a dar el premio o quién va a salir en la foto, como dicen los políticos, y en realidad no hay un interés genuino muchas veces por el valor intrínseco de la literatura y en otras áreas.
—¿Qué hacer para no restarle méritos a tu creación literaria?
Mira, de algún modo yo quise hacer un paralelismo sobre todo con el tema de la maternidad entre las mujeres del siglo XVII y las limitadísimas oportunidades que tenían, y las mujeres del siglo XXI que finalmente cuando se enfrentan a un hecho como la maternidad no hay grandes diferencias.
—Eso no está en mis manos, está en manos de los lectores… A mí me sorprendió que de todas las gentes que me hicieron comentarios sólo una periodista de la UNAM, que se dedica a poesía, me hizo un comentario sobre la prosa. Me dijo que era una prosa poética… La mayoría de la gente se centró en la historia sin ningún otro comentario sobre crítica literaria. Eso me sorprendió, digo me sorprendió y al mismo tiempo no me sorprendió, como que es de esperarse.
—Hablando un poco acerca de Sor Juana, a quien le quitaste lo mítico para desnudarla como una mujer que no siendo deidad logró hacer cosas geniales; hiciste lo mismo con Laura en escenas cotidianas que la muestran como una mujer que no tiene nada de hechicera, pero que sí tiene la misma oportunidad que sor Juana para hacer cosas geniales. ¿Qué encontrarán entonces los lectores en esta novela?
—Mira, de algún modo yo quise hacer un paralelismo sobre todo con el tema de la maternidad entre las mujeres del siglo XVII y las limitadísimas oportunidades que tenían, y las mujeres del siglo XXI que finalmente cuando se enfrentan a un hecho como la maternidad no hay grandes diferencias; en otras áreas a lo mejor se ha avanzado y ha habido cambios, pero en los cambios humanos, esenciales, sigue siendo casi lo mismo.
—¿Valió la pena escribir Los indecibles pecados de Sor Juana? ¿Por qué?
—Sí. Valió toda la pena; porque fue un viaje personal que no lo cambiaría por nada, y porque cuando menos hasta la retroalimentación que tengo por varios lectores ha movido cosas, ha hecho reflexionar. Creo que eso valió la pena

FUENTE: http://revistareplicante.com/los-indecibles-pecados-de-sor-juana/

21 de octubre de 2012

Mi colección de libros acerca de Sor Juana

























Mi favorito: 

4 de julio de 2011

Día internacional de la mujer: sor Juana Inés, precursora de la nueva mujer (I)


Sus contemporáneos la llamaban monja letrada, Minerva de América, décima Musa, el ave Fénix de América. Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, fue parte del movimiento barroco novohispano y es una de las figuras más representativas de las letras hispanas.

Su poesía se resiste a la clasificación o identificación con los temas a los cuales tratan de limitar a las voces femeninas, porque recupera una voz perdida hace siglos.[1]En palabras de Paz (1999:14) “El estudio de la obra de sor Juana nos pone inmediatamente…con la obra intelectual y artística de su tiempo, es decir, con todo eso que constituye lo que se llama ‘el espíritu de una época’ ”. Para este escritor, “La palabra de sor Juana se edifica frente a una prohibición…Su decir nos lleva a lo que no se puede decir” (Paz, 1999:17) 

Es debido a su producción literaria, la grandeza y reconocimiento a Sor Juana de sus contemporáneos,  y a la vez, la censura y la persecución constante. Margo Glantz[2], refiere una guerra contra sor Juana en la nueva España, terrible, una guerra sorda. Una gran envidia que la misma monja hace mención en la respuesta a sor Firotea, que repercute hasta en la caligrafía de sor Juana, como ella misma lo relata:
“No más de porque dicen que parecía letra de hombre y que no era decente, con que me obligaron a malearla adrede[3]

         Para Glantz (1997: 28) el argumento de Sor Juana es contundente y peligroso, porque alude que “la buena caligrafía en la mujer se contamina de indecencia; se vuelve un signo obsceno que dibuja la sexualidad, la mano es la proyección de todo el cuerpo”. Para esta autora “Malear la letra equivale en la escritura femenina a deformar el cuerpo, carne de tentación que con su belleza amenaza a los hombres” 

Glantz  va mas allá, menciona incluso, un posible proceso secreto de la Inquisición en donde hicieron adjurar a Sor Juana. Al respecto Kyra Galván autora de la novela Los indecibles pecados de Sor Juana, afirma en su obra que, Sor Juana fue acusada de rebeldía, elación, brujería y sospecha de conducta lasciva, que posteriormente se hicieron a un lado discretamente. Pero, se le impusieron ayunos, rezos y castigos. Firmo varios papeles con su propia sangre, entre ellos uno en el que pide perdón al Tribunal Divino por sus culpas, e implora un año para enmendarse, en otro documento, prometía “abandonar los estudios humanos, para proseguir, desembaraza de este afecto, en el camino a la perfección” (Galván, 2010:226).

Paz (1999:16) hace referencia al tema, al expresar  que en su Respuesta a sor Filotea de la Cruz nos dejo una confesión: ‘no quiero ruidos con la Inquisición’. Al parecer Sor Juana se sentía amenazada y perseguida como lo alude Lavín (2009) al  retomar una carta escrita por Sor Juana a su amiga María Luisa la ex virreina de la Nueva España, fechada el 17 de noviembre de 1694. En este documento la monja jerónima expresa: 

“los lobos han cerrado el cerco con más hambre de los jirones de mi carne” pp. 17

“Han seguido acorralándome y yo he dado muestra de que me han convencido”  pp. 13
  
“soy un animal acorralado, un animal acorralado de su naturaleza: tener colmillos y usarlos, tener garras y encontrar su sitio en el mundo. Si la bestia se alimenta de otros animales, lo mío es alimentarme del pensamiento de los demás, de sus maneras de mirar al mundo, lo mío es apresar el entendimiento en palabraspp.15
 
La emoción me embarga, por las dolencias del espíritu, por el temor a ser castigada y por la vergüenza de haber qué tenido que ceder y firmar la protesta de fe renovadapp. 16

“Ahora me piden que sea otra de la que soy, que me corte la lengua, que me nuble la vista, que me apunte los dedos, el corazón, que no piense, que no sienta más que lo que es menester y propio de una religiosa, de una esposa de Cristo. ¿Quién ha decidido que no pensar es propio de la mujer del Altísimo? “ pp.17

López (1997:346) enfatiza que Sor Juana justifica el ejercicio intelectual de la mujer como correspondencia obligada con Dios.
Estudia, arguye y enseña,
y es de la iglesia servicio,
que no la quiere ignorante
El que racional la hizo.
López  (1997: 348) asevera que la monja jerónima “Vivió con la camisa de fuerza de un rol social, el de monja-oficio de sobrevivencia-, para escapar de otra camisa de fuerza, la del rol social femenino […] Fue a pesar de todo una mujer libre” 
Galván (2010:227), en voz de Sor Isabel María -sobrina de Sor Juana- afirma “Sé que ella será recordada en el porvenir por una u otra razón. Sería muy gracioso que lo fuera por sus versos negros. Tan criticados
 Sor Juana es una mujer que se acepto y asumió como mujer, pero no en los términos de su época, sino en los de la modernidad. Una mujer visionaria, sin duda, precursora de la nueva mujer (López, 1997: 348). Resulta pertinente a manera de epilogo recordar las  palabras de la propia Sor Juana Inés de la Cruz:


Pues podré decir, al verme
expirar sin entregarme,
que conseguiste matarme
mas no pudiste vencerme[4]

Video realizado por La Polaka del Nopal, como homenaje a sor Juana Inés de la Cruz

Galván, K. (2010).Los indecibles pecados de Sor Juana. México: MR ediciones
Glantz, M. (1997). Labores de Manos. En Poot, H. (coordinadora). Diversa de mi misma entre sus plumas ando (21-33). México: El Colegio de México
López, A. (1997) Anticipaciones feministas en Sor Juana. En Poot, H. (coordinadora). Diversa de mi misma entre sus plumas ando (341-348). México: El Colegio de México
López-Portillo, M. (1979). Estampas de Sor Juana Inés de la Cruz. México: Bruguera
Paz, O. (1999). Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. (12ª ed). México: Fondo de Cultura Económica.

[1] Bergmann, E. (1997). Ficciones de Sor Juana En Poot, H. (coordinadora). Diversa de mi misma entre sus plumas ando (171-183). México: El Colegio de México
[2] Véase entrevista a Margo Glantz en http://www.youtube.com/watch?v=9VLo4QcoXX0
[3] Extracto de una carta de Sor Juana, dirigida al P. Nuñez de Miranda. En Glantz (1997:28) 
[4] Décima 99, al amor (vs. 47-50), retomada por López(1997:348)

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