- En el siglo XVII en México abundaron los escritores, los poetas y los teólogos pero la figura central fue una poetisa y una intelectual se llama Sor Juana Inés de la Cruz, decía Octavio Paz
CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 19, 2014.-Octavio Paz publicó en 1982 Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la Fe con el sello del Fondo de Cultura Económica.
El Premio Nobel de Literatura 1990 narra en su libro que hacia 1930, cuando él empezó a escribir, “la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz había dejado de ser una reliquia histórica” gracias a Amado Nervo y su libro Juana de Asbaje de 1910, a Ermilo Abreu Gómez quien editó Primero sueño, la Carta atenagórica y la Respuesta a sor Filotea de la Cruz y a Xavier Villaurrutia quien editó los Sonetos y las Endechas.
El Premio Nobel de Literatura 1990 narra en su libro que hacia 1930, cuando él empezó a escribir, “la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz había dejado de ser una reliquia histórica” gracias a Amado Nervo y su libro Juana de Asbaje de 1910, a Ermilo Abreu Gómez quien editó Primero sueño, la Carta atenagórica y la Respuesta a sor Filotea de la Cruz y a Xavier Villaurrutia quien editó los Sonetos y las Endechas.
Octavio Paz, por influencia de Jorge Cuesta, leyó en esos años los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz. En 1971, la Universidad de Harvard lo invitó a dar cursos sobre Sor Juana. En 1974 impartió una serie de conferencias sobre Sor Juana Inés de la Cruz en el Colegio Nacional y a partir de esas notas, y de las grabaciones, empezó a escribir en 1975 su libro.
El 26 de junio de 1984, el también Premio Cervantes de Literatura, Octavio Paz, transmitió por Televisa el programa La Persona y la Obra de Sor Juana Inés de la Cruz como parte de la serie de televisión Conversaciones con Octavio Paz.
Aquí algunas de las reflexiones de Octavio Paz sobre la vida y la obra de Sor Juana.
“Los tres siglos que duró el periodo que llamamos, con cierta inexactitud, Colonial, fue una época de tranquilidad, paz y desarrollo”.
“No fueron siglos de cautividad como se ha dicho muchas veces, sino de gestación. En esos siglos se formó un pueblo, una Nación”.
“El segundo siglo, el siglo XVII, quizá al final, es el siglo del medio día, es el momento en que los mexicanos asimilamos, en el campo del arte, el estilo Barroco, y nos apropiamos de ese estilo con singular fortuna. Lo recreamos y le damos características especiales”.
“El Barroco de México es una contribución de la sensibilidad del pueblo Novohispano al arte mundial del siglo XVII.
El 26 de junio de 1984, el también Premio Cervantes de Literatura, Octavio Paz, transmitió por Televisa el programa La Persona y la Obra de Sor Juana Inés de la Cruz como parte de la serie de televisión Conversaciones con Octavio Paz.
Aquí algunas de las reflexiones de Octavio Paz sobre la vida y la obra de Sor Juana.
“Los tres siglos que duró el periodo que llamamos, con cierta inexactitud, Colonial, fue una época de tranquilidad, paz y desarrollo”.
“No fueron siglos de cautividad como se ha dicho muchas veces, sino de gestación. En esos siglos se formó un pueblo, una Nación”.
“El segundo siglo, el siglo XVII, quizá al final, es el siglo del medio día, es el momento en que los mexicanos asimilamos, en el campo del arte, el estilo Barroco, y nos apropiamos de ese estilo con singular fortuna. Lo recreamos y le damos características especiales”.
“El Barroco de México es una contribución de la sensibilidad del pueblo Novohispano al arte mundial del siglo XVII.
"Pienso en la arquitectura, en la escultura, sobre todo en la poesía, pero también en la cocina, por que en ese siglo se forma ya de un modo más claro la cocina mexicana”.
“Cuando hablo de cocina, al hablar de cultura, no cometo un disparate. La cocina no sólo es una manera de nutrirse, de alimentarse, sino que es una ciencia y sobre todo, es un arte. Además, la cocina acompaña a los hombres en una de las formas más altas de la civilización: el convivio, el banquete, la cena; y en la cultura nuestra hay dos momentos muy altos que están asociados a la cocina, el Banquete Platónico y La Última Cena de Jesús. Los dos momentos más altos tal vez de nuestra cultura”.
“En el Siglo XVII, en México abundaron los escritores, los poetas y los teólogos. Algunos de ellos fueron notables, pero la figura central, la luminaria, fue una mujer, una poetisa, pero también una intelectual. Esta mujer es una de los poetas más altos de nuestra lengua y en la América de habla española solamente se le puede comparar hasta el siglo XIX con otro gran poeta Rubén Darío, y en la América de habla inglesa sólo encuentro de nuevo hasta fines del XIX solamente otros dos poetas, un hombre y una mujer, Whitman y Emily Dickinson; esa mujer nació en Nepantla y se llama Sor Juana Inés de la Cruz, Juana Ramírez”.
“Juana Inés nació en el caserío de San Miguel, Nepantla, en las estribaciones del volcán Popocatépetl, en el año de 1648. El 2 de diciembre fue bautizada Inés hija de la Iglesia, que quiere decir, hija natural. Pasó su primera infancia en la vecina hacienda de Panoaya que perteneció a su familia por seis generaciones”.
“Vivió al lado de los virreyes de los dieciséis a los veinte años, tomó los hábitos cuando iba a cumplir veintiún años y profesó en el convento de San Jerónimo”.
“¿Porqué cuando nada en su vida era indicio de una vocación religiosa y la rodeaba la admiración general, abandona la Corte y se encierra en un convento? Toma los hábitos porque según escribió más tarde, para la negación total que tenía al matrimonio era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir, que era de querer vivir sola, de no querer tener ocupación obligatoria que embarazase la libertad de estudio, ni rumor de comodidad que impidiese el sosegado silencio de sus libros".
“Cuando hablo de cocina, al hablar de cultura, no cometo un disparate. La cocina no sólo es una manera de nutrirse, de alimentarse, sino que es una ciencia y sobre todo, es un arte. Además, la cocina acompaña a los hombres en una de las formas más altas de la civilización: el convivio, el banquete, la cena; y en la cultura nuestra hay dos momentos muy altos que están asociados a la cocina, el Banquete Platónico y La Última Cena de Jesús. Los dos momentos más altos tal vez de nuestra cultura”.
“En el Siglo XVII, en México abundaron los escritores, los poetas y los teólogos. Algunos de ellos fueron notables, pero la figura central, la luminaria, fue una mujer, una poetisa, pero también una intelectual. Esta mujer es una de los poetas más altos de nuestra lengua y en la América de habla española solamente se le puede comparar hasta el siglo XIX con otro gran poeta Rubén Darío, y en la América de habla inglesa sólo encuentro de nuevo hasta fines del XIX solamente otros dos poetas, un hombre y una mujer, Whitman y Emily Dickinson; esa mujer nació en Nepantla y se llama Sor Juana Inés de la Cruz, Juana Ramírez”.
“Juana Inés nació en el caserío de San Miguel, Nepantla, en las estribaciones del volcán Popocatépetl, en el año de 1648. El 2 de diciembre fue bautizada Inés hija de la Iglesia, que quiere decir, hija natural. Pasó su primera infancia en la vecina hacienda de Panoaya que perteneció a su familia por seis generaciones”.
“Vivió al lado de los virreyes de los dieciséis a los veinte años, tomó los hábitos cuando iba a cumplir veintiún años y profesó en el convento de San Jerónimo”.
“¿Porqué cuando nada en su vida era indicio de una vocación religiosa y la rodeaba la admiración general, abandona la Corte y se encierra en un convento? Toma los hábitos porque según escribió más tarde, para la negación total que tenía al matrimonio era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir, que era de querer vivir sola, de no querer tener ocupación obligatoria que embarazase la libertad de estudio, ni rumor de comodidad que impidiese el sosegado silencio de sus libros".
"Sor Juana toma una decisión racional. Su elección no fue resultado de una crisis espiritual, ni de un desengaño sentimental, fue una decisión sensata, consecuente con la moral de la época y con los usos y convicciones de su clase”.
“El convento no era escala hacia Dios, sino refugio de una mujer que estaba sola en el mundo. El claustro conventual es el equivalente de la una biblioteca. Sor Juana estudió sola, no tuvo maestros, sus únicos y mudos confidentes fueron los libros”.
“Las pinturas que hoy conocemos de ella son de Miranda y Cabrera. En el cuadro de Miranda, Sor Juana está de pie, sentada en el de Cabrera, la semejanza comienza por el fondo de los dos cuadros, un paisaje de libros. En los dos retratos, la mano izquierda acaricia las cuentas de un rosario muy grande que hace las veces de un collar, el gesto es más galante que devoto. En el centro un escudo, la virgen guerrera”.
“Ya es hora de hablar un poco de Primero sueño, el gran poema filosófico de Sor Juana. Es un poema muy difícil, por su tema, por su asunto, pero también por su lenguaje y por su arquitectura verbal. Tal vez la mejor descripción de este extraño poema es la del padre Calleja que fue lector inteligente y admirador de Sor Juana. El piensa que el tema de Primero sueño es este:
“Las pinturas que hoy conocemos de ella son de Miranda y Cabrera. En el cuadro de Miranda, Sor Juana está de pie, sentada en el de Cabrera, la semejanza comienza por el fondo de los dos cuadros, un paisaje de libros. En los dos retratos, la mano izquierda acaricia las cuentas de un rosario muy grande que hace las veces de un collar, el gesto es más galante que devoto. En el centro un escudo, la virgen guerrera”.
“Ya es hora de hablar un poco de Primero sueño, el gran poema filosófico de Sor Juana. Es un poema muy difícil, por su tema, por su asunto, pero también por su lenguaje y por su arquitectura verbal. Tal vez la mejor descripción de este extraño poema es la del padre Calleja que fue lector inteligente y admirador de Sor Juana. El piensa que el tema de Primero sueño es este:
Siendo de noche me dormí, soñé que de una vez quería comprender todas las cosas de que el universo se compone, no pude ni aún divisas por categorías, ni aún sólo un individuo, desengañado amaneció y desperté”.
“Me parece que en su concisión describe muy bien el tema de primero sueño, el cuerpo duerme, el alma esta despierta, se lanza a los espacios para conocer los secretos del universo”.
“Primero sueño es un delirio, pero es un delirio racional; es un poema no claro, no hay colores radiantes como en Góngora, es un poema en claroscuros, es un poema hecho de oscuridades y sombras rotas por relámpagos repentinos, por claridades súbitas”.
“Su tema también es un tema poco frecuente en la historia de la poesía. Su tema es el conocimiento, mejor dicho, el acto de conocer. Es un tema que no fue usado por los poetas del siglo XVII. Ni Góngora, ni Quevedo, ninguno de los grandes poetas de ese siglo escribió algo semejante, tampoco en la tradición española”.
“Para encontrar algo equivalente a este poema de Sor Juana más bien hay que ir al siglo XX, a la poesía de Valéry, o antes, a la poesía de Mallarmé, es decir, a los grandes poemas filosóficos de la modernidad. El poema de Sor Juana es un poema filosófico profundamente influido por el neoplatonismo, como toda su poesía, en este caso el neoplatonismo hermético”.
“Posiblemente vivió esas ideas en el padre Kircher, un jesuita famoso en su siglo, naturalmente Sor Juana insertó este neoplatonismo hermético en la neoescolástica de su siglo y de su época”.
“Sor Juana se apoyaba en el favor del palacio virreinal para afirmar su posición en el convento y conservar su independencia frente a las otras monjas. Así, tuvo que enfrentarse no sólo a las intrigas y celos de la comunidad, sino más profundamente a la incompatibilidad entre la vida libre y solitaria del escritor y la colectiva y rutinaria del convento. El saber desinteresado de Sor Juana parece blasfemia o locura”.
“La amenaza más grave contra la independencia y seguridad de Sor Juana comenzó el día en que Francisco de Aguiar y Seijas fue nombrado arzobispo de México”.
“Inició una política de austeridad que pocos aplaudieron. Con la misma severidad reprobaba los espectáculos públicos, sobre todo el teatro. No conocía ni la amistad ni la confianza. Siempre se distinguió por su humor lunático y caprichoso, su devoción extrema y sus accesos de irritación”.
“Fue célebre por su horror a las mujeres; daba gracias a Dios por ser corto de vista, pues así no las veía. Eran una amenaza para su salud espiritual”.
“Amigo de Sor Juana fue el Obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, teólogo y erudito, hábil administrador y político cauteloso”.
El obispado de Puebla era el segundo de la Nueva España, y no pocas veces sus obispos fueron rivales de los arzobispos de México; las rivalidades de los prelados se expresaban en formas encubiertas”.
“En 1690, Santa Cruz publicó la crítica de Sor Juana Inés al famoso sermón del jesuita portugués Antonio de Vieira sobre las finesas de Cristo. Sor Juana escribió esa crítica conocida como la Carta atenagórica, no por voluntad propia, sino para el obispo. Él fue el destinatario de esas carta, el dio la aprobación eclesiástica para que se publicara, él redactó el prólogo y él costeó la edición”.
“La Carta atenagórica fue el único escrito teológico de Sor Juana. El obispo de Puebla no oculta su desacuerdo con el pseudónimo de Sor Filotea de la Cruz, declara en la misiva que precede a la Carta atenagórica”.
“No pretendo que usted mude de genio renunciando a los libros, sino que lo mejore leyendo el de Jesucristo…De Aguiar y Seijas era amigo y admirador de Vieira”.
“La respuesta a Sor Filotea de la Cruz está fechada el primero de marzo de 1691; el nombre de su destinatario era un secreto a voces”.
“Sor Filotea de la Cruz no era sino el obispo de Puebla, el antiguo protector de Sor Juana. La respuesta a Sor Filotea es una autodefensa. ¿Y de que se defiende Sor Juana? se defiende de la acusación que se le ha hecho, un amor inmoderado a las letras humanas, un amor que le ha hecho olvidar sus deberes religiosos”.
“Para defenderse Sor Juana recuerda su niñez y la afición invencible que sintió desde niña por el saber, nos cuenta sus primeros estudios, las clases de latín, sus experiencias con las ciencias; cómo se interesa en la geografía y en la geometría, astronomía, en la física, en el derecho. Cómo lee a los grandes poetas y a las grandes poetisas de la antigüedad”.
“Nos cuenta las aventuras de su alma en la noche del saber, en la búsqueda del conocimiento, una biografía intelectual es algo no menos rico en incidentes y quizá en enseñanzas que las biografías que nos cuentan las aventuras de los héroes o bien los hechos de los aventureros”.
“Una autobiografía intelectual como la de Sor Juana es un documento único por muchas razones, en primer lugar por su valor psicológico, nos descubre su alma, y en segundo lugar por su valor histórico y esto es esencial”.
“No solamente es una de las primeras autobiografías intelectuales de la cultura moderna, sino que es la primera autobiografía de una mujer; es la primera vez que una mujer nos cuenta su lucha con el conocimiento y es lucha no de una discípula, sino de una autodidacta en la soledad de su celda y en la soledad de sus lecturas”.
“La erudita norteamericana Dorothy Schons ha dicho con razón que Sor Juana es la primer feminista de América, yo añadiría algo más, es aún de las primeras víctimas del feminismo por que no fue únicamente por su saber sino por su sexo por lo que fue perseguida, por prelados orgullosos, celosos de su autoridad, y este destino de Sor Juana nos recuerda a nosotros, hombres del siglo XX, la suerte de tantos intelectuales, de tantos escritores y poetas que han sido perseguidos en todas partes del mundo por burocracias intolerantes, por burocracias seguras de su saber y que odian el saber ajeno”.
“La actitud de Fernández de Santa Cruz reveló una cautela que colindaba con la doblez y la hipocresía”.
“No contestó la carta de su protegida ni sabemos cuál haya sido su reacción al recibirla”.
“Era preferible abandonar a la monja que prolongar y envenenar una disputa no sólo con el arzobispo de México y sus amigos, sino con muchos jesuitas”.
RAMG
Por: Noticieros Televisa Fuente: Noticieros Televisa 19. Abr. 2014 Vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz: Octavio Paz
Fuente: http://noticieros.televisa.com/mexico/1404/vida-obra-sor-juana-ines-cruz-octavio-paz/